¿Quieres vivir una aventura llena de historia? Tarragona es el destino perfecto. Esta provincia, además de tener playas de postal y una gastronomía para chuparse los dedos, esconde pueblos medievales que parecen sacados de un cuento. Prepara la mochila, carga bien el móvil y acompáñanos en este viaje al pasado.
1. Siurana (Priorat)

Siurana es, simplemente, uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Encaramado en un acantilado, sus vistas te dejarán sin aliento (¡y no solo por la subida!). Este antiguo enclave sarraceno fue el último reducto musulmán de Cataluña y todavía conserva las ruinas de su castillo árabe. Sus calles empedradas y las casas de piedra le dan al pueblo una atmósfera mágica, perfecta para una escapada romántica o una jornada de senderismo con premio: un vermut en cualquiera de sus restaurantes con terraza panorámica donde también podrás disfrutar de uno de los mejores atardeceres de Cataluña. Además, su paisaje es un paraíso para los amantes de la escalada.
2. Montblanc (Conca de Barberà)

Si te gusta la edad media, Montblanc es tu lugar. No lo decimos nosotros, lo dice la leyenda: aquí, Sant Jordi (San Jorge) mató al dragón! Este pueblo amurallado conserva su impresionante recinto medieval, con torres de defensa y portales alucinantes. Cada primavera, la Semana Medieval de Sant Jordi convierte Montblanc en un auténtico escenario de época, con mercados, torneos y espectáculos. Pero, aún así, cualquier momento es bueno para perderse por sus calles, descubrir iglesias góticas y degustar un buen vino de la Conca de Barberà. Montblanc es una de las visitas obligadas si estás por la provincia de Tarragona.
3. Prades (Baix Camp)

Prades és un pueblo que destaca por sus colores. Conocida como “la villa roja” por el tono rojizo de su piedra, esta joya del Baix Camp está rodeada de bosques y montañas que invitan a la exploración. Te animamos a hacer la ruta cultural, que pasa por lugares como la Plaza Mayor, presidida por una fuente renacentista con inscripciones en latín, la torre de defensa y la muralla o las restos del castillo. Y si vas a Prades en verano, disfrutarás de un cielo nocturno espectacular, ya que Prades forma parte de una reserva Starlight, ideal para observar estrellas.
4. Miravet (Ribera d'Ebre)

Pocas cosas son tan fotogénicas como Miravet desde el Ebro. Este pueblo, con su castillo templario dominando el río, es una imagen única. El antiguo castillo es una visita obligada para entender la historia de la orden del Temple en Cataluña, y el pueblo en sí, con sus casas colgadas sobre el agua, invita a pasear sin prisa. ¡No olvides hacer un trayecto con el tradicional paso de barca sobre el Ebro!
5. Escaladei (Montsant)

Esta antigua cartuja, considerada la primera de la península Ibérica, dio origen a la viña del Priorat. Hoy, sus ruinas respiran historia. Pasear por sus claustros y imaginar la vida monástica es una experiencia única. Y si luego quieres completar el día, aprovecha para hacer una ruta por las mejores bodegas de Tarragona. ¿Vino e historia? Una gran combinación.
6. Vallfogona de Riucorb (Conca de Barberà)

Este pequeño pueblo de la Conca de Barberà es una joya oculta. Con calles estrechas y una arquitectura que te transporta al pasado, es ideal para aquellos que buscan una escapada tranquila. Además, es conocido por su vinculación con el poeta medieval Francesc Vicent Garcia, el rector de Vallfogona. No olvides hacer una parada en su balneario y probar el agua de sus fuentes termales.
7. Farena (Alt Camp)

Situado en el corazón de las Montañas de Prades, Farena es un pequeño pueblo con encanto, ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Sus calles empedradas y las casas de piedra hacen que parezca que el tiempo se haya detenido. Es un destino perfecto para combinar cultura y excursiones por el bosque, con rutas espectaculares como las que llevan al Pozo de la Olla.
8. Santa Coloma de Queralt (Conca de Barberà)

Este pueblo medieval de la Conca de Barberà conserva un patrimonio espectacular, con plazas porticadas, iglesias góticas y un castillo impresionante. Pasear por sus calles te transportará directamente a la época feudal. Además, forma parte del Camino de Santiago, lo que lo convierte en un punto de interés para los peregrinos. También es una de las paradas obligatorias de la Ruta del Císter.
9. L'Espluga de Francolí (Conca de Barberà)

Este pueblo no solo destaca por su encanto medieval, sino también por sus cuevas prehistóricas, una de las cuales se puede visitar. Además, es un lugar clave para conocer la cultura vinícola, ya que acoge el Museo del Vino y varias cooperativas que producen vinos y cavas excelentes. Si visitas l'Espluga de Francolí durante las fiestas navideñas, no te puedes perder su belén viviente, uno de los mejores belenes vivientes de Cataluña.
10. Conesa (Conca de Barberà)

Conesa es un pueblo encantador con una atmósfera auténticamente medieval. Enclavado en un paisaje rural de la Conca de Barberà, el pueblo conserva sus murallas y portales de entrada, así como una Plaza Mayor con un encanto especial. Pasear por sus calles estrechas es como hacer un viaje al pasado, y si vas en verano, podrás disfrutar del mercado medieval, que mantiene viva su historia.
Estos pueblos no solo son fotogénicos, sino que también cuentan la historia de Catalunya a través de sus castillos, murallas y calles empedradas. Además, son perfectos para una escapada cultural con un toque gastronómico, ya que en cada uno encontrarás productos locales que te harán salivar. Quesos artesanos, embutidos caseros y, por supuesto, vinos de las mejores denominaciones de origen. Así que ya lo sabes, si quieres hacer un viaje en el tiempo sin necesidad de fabricar una máquina del tiempo, busca la mejor casa rural y prepárate para vivir una aventura medieval. ¡Buen viaje!