No ha sido nada fácil, pero aquí tienes nuestra selección de las 10 mejores playas de Cataluña para este verano. Cuando se trata de playas, Cataluña enamora. Nosotros tenemos muy claro que no hace falta coger un vuelo transoceánico para encontrar aguas transparentes, arena fina y rincones escondidos que parecen sacados de un anuncio de cerveza. Desde calas salvajes rodeadas de pinos hasta playas urbanas con muy buen ambiente, hemos hecho el ejercicio de escoger las mejores.
1. Cala Taballera (Cap de Creus)

Empezamos fuertes: una playa virgen, salvaje, de difícil acceso y con un encanto para caerse de espaldas. Cala Taballera es para valientes. No llegarás en coche -aunque algunas guías digan que es accesible en 4x4-, pero si te animas a hacer la ruta a pie desde el Port de la Selva o llegas en barco, te recompensará con aguas cristalinas, tranquilidad absoluta y la sensación de ser el protagonista de un documental de Discovery Channel. En pleno Parque Natural del Cap de Creus, esta cala es ideal para desconectar de todo, incluso del móvil.
2. Platja d'Aiguablava (Begur)

La Costa Brava puede presumir (¡y con razón!) de tener algunas de las calas más bonitas del Mediterráneo, y Aiguablava es una de ellas. Aguas de color turquesa, arena clara y fina, y un entorno montañoso y boscoso que parece hecho con filtro de Instagram. No vayas buscando soledad, sin embargo: es pequeña y conocida y estimada por locales y turistas. Eso sí, su belleza hace que valga la pena madrugar para plantar allí la toalla.
3. Platja de Castell (Palamós)

Otra estrella de la Costa Brava. La Playa de Castell es especial porque se ha mantenido virgen gracias a la lucha vecinal contra la especulación urbanística. No hay hoteles, ni bloques de pisos: sólo bosque mediterráneo, dunas y mar. Es, de hecho, una de las últimas playas extensas vírgenes de la Costa Brava. Es perfecta para niños y, si te animas, desde aquí puedes hacer el camino de ronda hasta calas cercanas como Cala s'Alguer o Cala Estreta. No te puedes perder nuestro artículo donde te hablamos de las mejores playas y calas de Palamós.
4. Cala Fonda (Tarragona)

También conocida como la “Waikiki tarragonina”, Cala Fonda es un rincón paradisíaco en pleno bosque de la Marquesa y para nosotros una de las mejores playas de la Costa Dorada. No tiene servicios, pero es precisamente esto lo que la hace especial. Para llegar, hay que hacer una caminata desde la Playa Larga de Tarragona. Cuando llegas, te recibe una playa de arena dorada y aguas limpias. Es el destino ideal para huir de las aglomeraciones.
5. Platja de Riumar (Deltebre)

No podía faltar una parada en el Delta del Ebro. La Playa de Riumar, que forma parte del Parque Natural del Delta del Ebro, es una extensión infinita de arena, dunas y cielo abierto. Es una playa familiar, de pendiente suave e ideal para niños, pero también un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos como el windsurf, el paddlesurf y el kitesurf. Antes de marcharte, no te olvides de acercarte al mirador con vistas a la Laguna del Garxal y hacer una buena fotografía.
6. Platja de la Marquesa (Deltebre)

Otra maravilla del Delta. Menos frecuentada que Riumar, la Marquesa, situada al sur de la península del Fangar, es espectacular: virgen, con paisaje dunar, salvaje y con el emblemático faro del Fangar a la vista. Las puestas de sol son 100% instagrameables. No te olvides del agua, el protector solar y el móvil bien cargado.
7. Cala Forn (L'Ametlla de Mar)

La Costa Dorada también es espectacular. Cala Forn, situada en la Urbanización Tres Calas, es la prueba: una cala pequeña, de aguas claras y rodeada de vegetación mediterránea. Perfecta para pasar el día con el libro que tienes pendiente desde hace seis meses.
8. Les Casetes del Garraf (Sitges)

Un rincón con encanto que combina historia y paisaje. Situada en el núcleo urbano del Garraf, esta pequeña playa es uno de los tesoros de la comarca. Sus emblemáticas casitas de madera pintadas de blanco y verde, alineadas sobre la arena, son un testimonio vivo del pasado marinero de la zona. Unas construcciones, originarias de los años veinte, que servían como refugio para los pescadores locales y han sido reconocidas como bien cultural de interés nacional. La playa, de 380 metros de longitud, es de aguas tranquilas y de fácil acceso en tren o coche.
9. Cala Sa Boadella (Lloret de Mar)

Lloret es conocida por su ambiente festivo, pero esconde calas con un encanto para caer de espaldas. Sa Boadella es una pequeña maravilla escondida entre acantilados, rodeada de bosque y con aguas limpias y transparentes y junto a los Jardines de Santa Clotilde, uno de los mejores jardines botánicos de la Costa Brava. Se respira una calma que contrasta con el bullicio del centro. Ha sido reconocida, y con razón, como una de las mejores playas de España.
10. Platja de la Llosa (Cambrils)

Si buscas paz, arena fina y olas, la Playa de la Llosa es tu lugar. Esta joya de Cambrils es ideal para familias y para quien desea mojarse sin tener que luchar contra el mar como si estuviera en una película de piratas. Tiene espigones, servicios para parar un tren (chiringuitos, tumbonas) y un paseo marítimo que invita a pedalear, pasear o tomarse fotos con el mar de fondo. Relax y comodidad a raudales.
Así que ya lo sabes: prepara el bañador, el protector solar y la lista de reproducción más veraniega. Elige tu playa preferida (o mejor aún, ¡haz una ruta!) y descubre por qué Cataluña puede presumir de tener algunas de las mejores playas del Mediterráneo. Y si quieres hacerlo redondo, busca una casa rural con encanto cerca y convierte la escapada en una experiencia inolvidable entre mar, naturaleza y buena comida.