Lleida, el sitio ideal para las casas rurales del Pirineo
En el siglo VI a. C. se construye un pueblo llamado ilergets, de alcurnia ibérica. Indíbil y Mandoni, sus caudillos más significativos, defendieron la ciudad contra los romanos y los cartagineses. Pero, una vez vencidos, en 205 d. C., la ciudad recibió el nombre de Ilerda.
Después de estar en manos de los romanos, en el siglo XII la ciudad queda en manos de las tropas de Ramón Berenguer IV y forma parte de la Corona de Aragón. A partir del siglo XIV el gobierno municipal se instala en el antiguo palacio de los Sanaüja, obra significativa del románico. A partir de aquel momento el edificio se denomina Palacio de la Paeria.
Después de los cuatro años de la Guerra de los Segadores, la ciudad quedó totalmente malograda. En el año 1705, con Felipe al frente, empieza el periodo de levantamiento de las villas. Ahora bien, las buenas noticias no duran demasiado, puesto que con el decreto de Nueva Planta (1714) Lleida pierde gran parte de lo que había alcanzado en el ámbito social. Ahora bien, en el siglo XVIII la ciudad recupera, despacio, su imagen y su dimensión con el reinado de Carlos III.
El siglo XX supone la reafirmación del Estado catalán con la Mancomunidad de Cataluña. Con la Segunda República se recuperan las instituciones catalanas perdidas durante la dictadura de Primo de Rivera. Ahora bien, seguidamente llega la Guerra Civil que es un duro golpe para la ciudad, una vez más, hasta los años 80, cuando el crecimiento económico y social empieza a extenderse por la zona.
¿Qué hacer durante tus vacaciones en una casa rural de Lérida?
Visitar la ciudad de Lleida, la capital de provincia
Un imprescindible es llegar a la capital y disfrutar de todo lo que te ofrece. La catedral antigua y la nueva, pasear por el centro histórico, la plaza de Sant Joan, el Palacio de la Paeria, el itinerario Modernista, el Castell del Rey, el Museo Arqueológico o el Castillo Templario de Gardeny son algunas de las opciones disponibles!
Llegar al Valle de Arán y perderte por sus pueblos
A pesar de que queda totalmente en la otra punta de la provincia, junto a la frontera con Francia, merece la pena visitar pueblos como Bagerge, Salardú, Vilamòs, Las o Vilac. Ahora bien, si lo que quieres es ir de tiendas, comer unas buenas tapas locales o disfrutar de la vida nocturna, lo que tienes que visitar es la capital de la comarca, Vielha.
Hacer la ruta del Congost de Mont-rebei
La ruta se lleva a cabo por la frontera natural entre la provincia de Huesca y de Lleida. Es conocida por ser una de las rutas más bellas de la península, con paredes de piedra verticales, con pasarelas y puentes colgantes que facilitan el acceso a esta ruta, caminos de total naturaleza… Y es apto para diferentes públicos, porque la zona ofrece rutas y tú escoges cuál dependiendo del nivel de dificultad que quieras.