Calella de Palafrugell y las casas rurales
Actualmente, el pueblo de Calella de Palafrugell tiene el
reconocimiento de la Generalitat de 'Pueblo con encanto'. Los lugares que disponen de este distintivo tienen un atractivo o belleza especiales que cautivan y enamoran a todo el que los visita. Una serie de elementos arquitectónicos, urbanísticos, patrimoniales, medioambientales y turísticos hacen que Calella sea
uno de los mejores destinos de la Costa Brava para disfrutar de una casa rural.
Calella de Palafrugell, el lugar ideal para una escapada rural
Calella de Palafrugell, ciudad portuaria, fue desde hace años el puerto de entrada y salida de productos de toda la zona de Palafrugell y parte del Empordà. A principios del XIX, se exportaban productos como el trigo, la harina, el vino, las judías y el corcho.
Ahora bien, con la globalización y con la introducción del vapor, y a medida que el tamaño de los barcos crecía a pasos agigantados, el transporte marítimo se fue concentrando en otros puertos de la zona, como el puerto de Palamós y el de Sant Feliu de Guíxols. En 1860 Calella de Palafrugell tuvo un movimiento de 727 toneladas de mercancías. Treinta y cinco años después, en 1894, el número descendió a 2,5 toneladas, y en 1912 sólo entraron 0,3. Hoy en día, Calella de Palafrugell se ha convertido en lo que es gracias a su encanto histórico, pero sigue vivo, en gran parte, gracias al turismo.
¿Qué hacer durante tus vacaciones en nuestras casas rurales en Calella de Palafrugell?
Un baño en la playa de Port Bo
La playa del Port Bo es seguramente la playa más conocida de Calella de Palafrugell. Seguramente la reconocerá por sus barcas de pescadores situadas sobre la arena y las casitas de los pescadores rodeadas soportales.
Visitar el barrio antiguo
Visitar la iglesia de Sant Pere es una muy buena opción. Construida entre 1884 y 1887, el edificio destaca por su simplicidad y su torre cuadrada.
Además, el casco antiguo está lleno de calles estrechas que te enamorarán. Éste es el caso de la calle de les Voltes o la de la Gravina, ambas rodeadas de casas blancas de dos pisos con tejados de teja inclinados y decoradas con flores.
Disfrutar del mirador de Manel Juanola i Reixach
Subir hasta el mirador después de un largo día de sol y playa es otra forma de vivir Calella de Palafrugell. Se trata de una terraza situada a los pies una pequeña cala que parece una piscina natural. Además, el mirador dispone de varios bancos para sentarse y descansar.
Conciertos en los Jardines de Cap Roig
En verano, Calella de Palafrugell tiene la suerte de contar con un gran festival: Cap Roig. Durante el resto del año los jardines se pueden visitar igualmente: ¡3 kilómetros de jardines botánicos que con su contraste de colores te dejarán completamente boquiabierto!
Pasear por el camino de ronda
El camino de ronda más conocido de la zona es el que va de la
playa del Canadell a Llafranc, la población vecina. Realmente, no puedes marcharte de Calella sin antes haber hecho un tramo de este camino. Es de las mejores cosas que puedes hacer en la Costa Brava.