Camprodon y sus casas rurales
Cada rincón de Camprodón es idílico: el emblemático Pont Nou, la iglesia de Santa María de Camprodón, el núcleo histórico de Beget, la antigua fábrica de Birba y los municipios de alrededor. Su relieve abrupto derivado del paso de los glaciares y su posterior modificación por la huella de los ríos, hace de este sitio una región fascinante a descubrir a través de todas las casas rurales que puedes encontrar en toda la zona de Camprodón.
Camprodon, sus alrededores y sus alojamientos rurales
Camprodón es un territorio rico en historia . Originariamente, la villa nació en el Monasterio de Sant Pere y en el mercado concedido por Ramon Berenguer III durante el siglo XII. La población fue durante años villa real y jefa de la veguería de Camprodón.
Ahora bien, Camprodón fue saqueado e incendiado varias veces durante su historia: en 1470 con la guerra de Luis XI de Francia contra Juan III, durante la guerra de los Segadores, con el incendio de Dagobert durante la Guerra Grande año 1794, durante la primera y la tercera guerra Carlista.
La etapa de recuperación económica y social tuvo lugar en el siglo XX. La ola de inmigración de todo el país hizo posible un crecimiento considerable de la población: las principales fuentes de ingresos de la ciudadanía fueron a través de la
industria y la agricultura .
Actualmente, la población de Camprodón cuenta con más de 2.435 habitantes. Ahora bien, parte de su demografía ha estado marcada por ser una colonia veraniega. La primera estuvo centrada en el
paseo de la Font Nova . Hoy en día podemos encontrar un busto del dr. Bartalomé Robert, alcalde de
Barcelona en 1899. Una de las múltiples casas que se construyó en la zona fue la residencia del presidente del único gobierno de la República, Juan Negrín, también el arquitecto del Arco de Triunfo de Barcelona, Josep Vilaseca…
¿Qué puedes visitar en Camprodon a través de sus casas rurales?
El Pont Nou
Edificado en el siglo XIII, pero destruido parcialmente por el terremoto del año 1428, el Pont Nou es un puente popularmente llamado “románico” de unos 20 metros de largo. Ahora bien, se cree que se levantó sobre los restos de un puente antiguo, puesto que ha sido constantemente modificado a lo largo de los siglos. La silueta de este puente es realmente la estampa más característica de la población y ha permitido, junto a los demás elementos, hacer de Camprodón un icono del turismo del Pirineo catalán.
Iglesia Parroquial de Santa María de Camprodon
En el núcleo histórico de Camprodón encontramos la iglesia Parroquial de Santa María. Documentada desde el siglo XI, no fue hasta dos siglos después de convertirse en el templo principal de la población. Durante sus años de historia ha sufrido dos episodios críticos: el terremoto del año 1428, y el incendio durante los disturbios de la guerra civil, en 1936.
El Monasterio de San Pedro de Camprodon
En el año 904 es cuando se documenta que en este lugar hay una edificación religiosa dedicada a San Pedro. Años más tarde, la cuenta Guifré II de
Besalú la fundó como monasterio benedictino. De este modo, fueron los monjes y el abad los principales impulsores del crecimiento demográfico y económico de
Camprodon. Antigua fábrica de galletas Birba
En la misma localidad de Camprodón, concretamente en la avenida Maristany, encontramos la primera fábrica de las conocidas galletas Birba. En 1893 la familia Birba empezó a elaborar galletas, pero no fue hasta unos años más tarde cuando el hijo, Llorenç Birba Cordomí, aprendió el oficio y llevó la marca a un gran renombre hasta el día de hoy . Ahora bien, la fábrica actual no es la misma: cuenta con más de 7.000 m² y se construyó en 2008 en las afueras de Camprodón.
El robledal de Can Pascal y la Font Nova
Si eres un amante de la naturaleza, el robledal de Can Pascal es una buena opción para ti: un bosque singular. De aquí salen varias rutas de senderismo donde encontrarás robles de hoja grande: árboles de gran altura, diámetro y longevidad -incluso algunos tienen más de doscientos años. El paseo de la Font Nova es una calle donde se agrupan un conjunto de casas inventariadas de conocidas familias, a menudo de Barcelona, que venían a veranear a Camprodón.
Casco histórico de Beget
Hay quien considera que Beget es uno de los pueblos más bonitos de toda Cataluña. Lo generalmente consensuado es que paseando por las callejuelas de su pequeño núcleo no te quedas indiferente. La población de Beget destaca por su relieve con una gran riqueza paisajística y natural. El conjunto histórico corresponde a su actual casco urbano, aunque parte de su población actual está repartida en las afueras. En 1860 vivían 1.309 personas, pero en la actualidad sólo hay una veintena de habitantes, convirtiéndose claramente en un poblado de segundas residencias.
La iglesia de San Cristóbal de Beget
Bien cultural de interés nacional (BCIN) desde hace años, la Iglesia de San Cristóbal de Beget la encontramos situada en la entrada del mismo pueblo. Construida en el siglo XII, la iglesia románica consta de una sola nave, con arcos torales y un ábside semicircular. La puerta de acceso está formada por cinco arquivoltas apoyadas sobre dos columnas coronadas por capiteles, representando la fauna mitológica. En el lado sur, como la guinda de un pastel, encontramos el campanario, un claro ejemplo de románico lombardo.
Las setas
¡Los aficionados de la micología están de suerte! El
Ripollès, y en concreto la zona Camprodón, forman parte de una región idónea para ir a cazar setas: cepas, pinillos, mollerics, rebozuelos, níscalos de pino negro, trompetas…
Molló
Dentro del Valle de Camprodón encontramos un municipio llamado Molló: escenario de guerras, de brujas, de hadas… Éste es un pueblecito de paso desde los tiempos de los celtas y de los romanos. Tanto es así, que una de las rutas de senderismo más conocidas de la zona es "el camino de la Retirada", el mismo camino de 14 kilómetros que siguieron muchos exiliados catalanes para llegar a Francia.