Casas rurales en Colera

¿Qué puedo hacer en Colera y en sus casas rurales?

Al norte de la Costa Brava, entre Llançà y Portbou, se encuentra el pequeño pueblo de Colera. Un municipio de playas donde podemos realizar un montón de deportes náuticos, agradables rutas a pie y descubrir sus sepulcros megalíticos. Es también uno de los pueblos costeros más septentrionales del país, testimonio del contacto entre los Pirineos y el Mediterráneo.

La historia de Colera y su entorno

El primer documento en el que aparece el pueblo de Colera es del 935. El topónimo proviene, posiblemente, del latín collis , que significa 'coll', 'cerro'. El casco antiguo empezó a construirse cuando el peligro pirata, que durante bastante tiempo amenazó a la costa catalana, desapareció a mediados del siglo XVIII. Desde 1885 hasta 1934, Colera formaba parte de Portbou.

Qué hacer durante tu estancia en un alojamiento turístico de Colera

Realizar rutas a pie o en bicicleta

Si se aloja en una casa rural de Colera, puede realizar varias excursiones para realizar a pie o en bicicleta, como la que va a los Molinars, un castillo en ruinas que contaba con un molino de agua del siglo XVII, la del paraje de la Rovellada, desde donde tendrá unas vistas espectaculares. También puede optar por descubrir los sepulcros megalíticos, dólmenes y menhires de la zona o subir al cabo Ras, situado en la línea divisoria entre Llançà y Colera.

Disfrutar de sus playas y su patrimonio arquitectónico

Colera cuenta con unas playas espectaculares, como la de Garbet , la cala Rovellada o la Playa del Carbassó, de aguas transparentes y arena gruesa, ideal para practicar snorkel. Si lo que le gustan son los deportes acuáticos, las playas de Colera son fantásticas para practicar windsurf, esquí náutico y submarinismo. Y, si lo que queréis es pasear por el pueblo, no se puede perder la iglesia románica de Sant Miquel de Colera, de los siglos XII-XIII, antigua parroquia de la villa.